Una buena bruja no se protege, en realidad ella es protegida por la pureza de sus intenciones, tampoco necesita lanzar hechizos contra quienes quieran dañarla
Ha levantado tanto sus vibraciones por encima de sus limitaciones y apariencias, que la energía que la rodea la protege
Ella no trabaja para nadie, si no que lo hace en si misma, medita, ora, ejercita su espíritu, busca el equilibrio de su energía, cultiva sus dones, se encuentra a sus sombras y las abraza hasta que se desvanecen de amor
Una buena bruja jamas conjura demonios, jamas se mete con el libre albedrio de los demás, porque sabe que las almas tienen un propósito único, y que a veces las personas pueden necesitar ser reconectadas a ello, pero jamas empujadas a obrar según las apetencias de los demás
Y si, una buena bruja puede hacerte daño, el daño de reflejarte en su resplandeciente aura tu propia oscuridad si es que buscas dañarla
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